En el retorno a Segunda División, en la
86-87, Alfonso Quirós contó con Fali Naranjo, Guillermo
Sánchez, Cayetano Marín, Pablo Cañas, Juanma Villegas, Juan
Garrucho, Manuel Manzano, José Antonio Aranda, Antonio
Peralta, Alfonso Parazuelo y aquel gran base que era Manolo
Moldes, que llegó del CB Cádiz.
Los llenazos en el
pabellón del Castillito
El equipo verdinegro, que llenaba el pabellón del Castillito
los domingos a las 12 de la mañana, se midió a rivales de
gran entidad como Universitario de Granada, Caja Huelva,
Marbella, Melilla, Linares, El Palo de Málaga, BBC Badajoz,
Caja Plasencia, Kelia de Sevilla, Universidad de Málaga, CB
Almería, Coria y Cáceres, pero logró un excelente séptimo
puesto.
En la 87-88 hubo una reestructuración en Segunda División
(que era la tercera categoría del baloncesto nacional) y el
grupo G se dividió en dos subgrupos, El CB San Fernando sufrió
la baja del histórico tirador chiclanero Juan Garrucho, pero
llegó Manuel Vázquez, un alapivot de 1,98 metros procedente
del CajaHuelva que hizo la mili en San Fernando.
El CB San Fernando acabó tercero en el subgrupo occidental,
por detrás del Caja Huelva y el Kelia de Sevilla, pero con
el déficit de que pasó al play off de ascenso con cuatro
derrotas y ninguna victoria en los duelos directos. El
estreno fue estrepitoso al sufrir una dolorosa derrota en
Melilla (125-77), pero luego ganó al Universitario de
Granada (106-94), tras una prórroga, y cayó en la barriada
malagueña de El Palo (65-61), donde los árbitros aceptaron
vergonzosamente que el partido se jugara sin los relojes de
30 segundos.
Alfonso Quirós, pese
a su espléndida labor, era muy criticado por la afición y
tenía detractores en la propia junta directiva
El gran triunfo ante el Melilla (83-80) en El Castillito
devolvió las esperanzas, pero las opciones pasaban por ganar
también los dos últimos partidos. Lo hizo en Granada
(83-92), pero El Palo de Málaga ganó al Kelia y dejó, a
falta de la jornada final, sin opciones de que el CB San
Fernando alcanzara la cuarta plaza que daba derecho a jugar
la fase de ascenso junto a los cuatro mejores de Madrid,
Castilla La Mancha y Extremadura.
A pesar de su espléndido trabajo con un equipo repleto de
canteranos, Alfonso Quirós era duramente criticado por un
sector de la afición y, además, tenía varios detractores en
la propia junta directiva. "Presenté la dimisión un par de
veces, pero no me la aceptaron, aunque sé que si me marcho
se alegrarían unos cuantos señores", me decía el técnico
jiennense en una entrevista publicada en Diario de Cádiz en
aquella temporada 87-88.
En la 88-89 llegaron tres importantes refuerzos como los
pívots isleños Pedro Ortega y Alfonso Parazuelo, que ya
habían estado a las órdenes de Alfonso Quirós, y Alberto
Buscató, hijo del legendario Nino Buscató, capitán de España
en la medalla de plata conseguida en el Europeo de Barcelona
en 1973.
Manolo Herruzo
dirigió al equipo en la 89-90, con llenazos en el pabellón
del Parque, y donde se enfrentó al Cartagena del techo
nacional Miguel Tarín
En la 89-90, Manolo Herruzo se hace cargo del CB San
Fernando tras su espectacular trabajo en el colegio Vicente
Tofiño, al que llevó a disputar dos fases finales de los Campeonatos de España,
el infantil de 1985 en Granada y el cadete de 1986 en Cádiz.
En aquel equipo estaban Tano Marín, Juanma Villegas (que la
siguiente temporada fichó por el Mayoral Maristas de la ACB),
Antonio Peralta, Javier Orihuela, Miguel Rey, José Antonio
Aranda y los bases Manolo Moldes, Guillermo Sánchez y el
prometedor Mané Ruiz.
El CB San Fernando completó otra espléndida temporada y pasó
a la fase previa de ascenso, donde se midió al Cartagena
(con Miguel Tarín, el techo del baloncesto español con 2.17
metros) y al Loja de Granada, pero no pudo meterse en el
play off de ascenso, que logró el equipo granadino contra
pronóstico y en Cartagena.
Herruzo: "La gente
estaba muy ilusionada y fue un error cambiar los partidos en
casa de los domingos a los sábados por la tarde. La gente
dejó de ir"
Manolo Herruzo recuerda que "en aquella época se llenaba el
Castillito y luego también el pabellón del Parque los
domingos por las mañanas. Sin embargo, luego decidieron
cambiar los partidos a los sábados por la tarde y la gente
dejó de ir. Fue un claro error porque la gente estaba muy
ilusionada con aquel equipo".
Tras la marcha de Herruzo pasaron por el banquillo del CB
San Fernando técnicos como Pepe Amor y el chiclanero Chema
Vázquez. En la 92-93 volvió Alfonso Quirós y en las dos
siguientes fue el ex-base Alfonso Galera quien llevó las
riendas del equipo verdinegro, que había perdido mucho
potencial y ya no estaba entre los mejores en Segunda
Nacional.
El recordado
presidente Pepe González, Alfonso Quirós y José Antonio
Cureses se hipotecaron para que el CB San Fernando
participara en la Liga EBA (entonces la segunda categoría
nacional) al no abonar el Ayuntamiento la subvención
En la 95-96, el presidente Pepe González, junto a Alfonso
Quirós y José Antonio Cureses, que sucedió a González en la
presidencia tras su trágico fallecimiento, se metieron en la
cabeza participar en la Liga EBA, que la Federación Española
había puesto en marcha la temporada anterior y era la
segunda categoría nacional. "El Ayuntamiento nos prometió
una subvención de 5 millones de pesetas para hacer frente a
todos los gastos de inscripción y de la plantilla, pero el
tiempo pasaba y el dinero no llegaba. De esa manera, el
presidente, Cureses y yo decidimos hipotecar nuestras casas
para que La Caixa nos diera un préstamo, mientras que el
dinero del Ayuntamiento no llegó hasta el final de temporada
y fueron 3 millones, no 5", apunta Alfonso Quirós.
Fue una categoría
durísima y, tras hacer la plantilla a última hora, el CB San
Fernando acabó último con seis victorias en 30 jornadas
Aquello influyó sobremanera en la confección de la
plantilla, que se hizo a última hora, en la pretemporada y
en la competición. Llegaron el pívot norteamericano Shawn
Jackson y jugadores como los jerezanos Jesús Chagoyen, que
ha estado en activo hasta hace un par de años, y Luis Rosa y
el gaditano Antonio Barbadillo.
Fue una categoría durísima con equipos como el Tenerife,
Oximeca de Granada, Spar de Granada, Monte Huelva, Melilla,
Cajasur de Córdoba, UDEA de Algeciras (con los isleños
Cayetano Marín y Jesús Bey), Fuerteventura, Motril,
Marbella, El Ejido, Pozoblanco, los filiales del Unicaja de
Málaga y Caja San Fernando de Sevilla y el Ciudad de Las
Palmas.
El CB San Fernando acabó último, con seis victorias en 30
partidos y disputó una eliminatoria por la permanencia
frente al Motril y donde los granadinos se impusieron por
3-0. Esa temporada no había ascensos, pero el Spar Granada
subió a la ACB al comprar la plaza del Salamanca por 464
millones de pesetas.
A partir de ahí, el Club Baloncesto San Fernando cayó en
picado y perdió el sitio privilegiado que se ganó a pulso en
el baloncesto andaluz y nacional. Y es que cientos de
isleños no olvidan aquella gran etapa en el Castillito y
luego en el pabellón del Parque.
Quirós: "Tengo un
recuerdo imborrable. En los partidos se vivía un ambiente
espectacular y la gente hablaba en la calle de baloncesto"
Alfonso Quirós afirma que "tengo un recuerdo imborrable de
aquella etapa. Y con el paso de los años valoro mucho más lo
que hicimos con un equipo de cantera. Teníamos muy pocos
medios, pero lo suplíamos con mucho trabajo y un gran amor
al baloncesto. En los partidos se vivía un ambiente
espectacular y la gente hablaba en la calle todos los días
de baloncesto y de lo que había hecho el equipo".
El técnico de Andújar recuerda como si fuera ayer las
vicisitudes vividas en El Castillito. "La Armada nos dejaba
el pabellón para que entrenáramos de 10 a 11 de la noche,
incluso en invierno. Los jugadores y yo mismo íbamos
andando, pero muchas veces el encargado de la instalación no
quería abrirnos y nos teníamos que volver sin entrenar. Y en
más de una ocasión, cuando todavía no eran las once de la
noche, el tío se metía en mitad de la pista estando nosotros
entrenando y apagaba las luces y nos teníamos que marchar".
"Tano Marín tenía
una visión de juego fabulosa y leía los partidos como nadie.
Estoy convencido que de haber estado en otro sitio habría
jugado en la ACB"
Quirós añade que "hace unos días le decía a los jugadores de
aquella época, con los que he mantenido mucha relación
durante el confinamiento, que he tenido siete coches y cinco
de ellos me los cargué yendo a los partidos antes de que el
club nos pusiera un autobús. Incluso en muchas ocasiones
durante la etapa en el Castillito, los jugadores de fuera
perdían el autobús y tenía que coger y llevarlos en mi coche
a Medina o Chiclana ".
Cuando le pedimos a Alfonso Quirós que nos diga el mejor
jugador que ha entrenado en su dilatada etapa en los
banquillos no duda lo más mínimo. "Tano Marín. Su visión de
juego era fabulosa y leía los partidos como nadie. Hacía
mejores a sus compañeros y estoy convencido que de haber
estado en otro sitio habría jugado en la ACB. Aquí progresó
muchísimo, pero en otro sitio con más recursos habría tenido
un sitio entre los mejores".
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