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27-05-2020 | BALONCESTO | GABY CUMBRERAS
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El boom del baloncesto en San Fernando se produjo a partir de 1985 en el "pabellón" del Castillito y luego en el recinto del Parque
 
Alfonso Quirós, el técnico en aquella inolvidable etapa del Club Baloncesto San Fernando, dice a deportedelaisla.com que "guardo un recuerdo imborrable y ahora valoro más lo que hicimos con tan pocos medios, pero lo suplíamos con mucho trabajo y amor al baloncesto" "Tano Marín tenía una visión de juego fabulosa y hacía mejores a sus compañeros. Tengo claro que de haber estado en otro sitio con más recursos habría jugado en la ACB"
 


Tano Marín intenta taponar a un rival en un partido de mediados de los años 80 en 'El Castillito'.

 
El boom del baloncesto en San Fernando, que surgió a mediados de la década de los 80 en el pabellón que la Armada tenía en el club El Castillito y se prolongó hasta mediados de los 90, ya en el pabellón del Parque, permanece en la retina de la afición isleña ya que, incluso, hubo una etapa donde el baloncesto estuvo por encima del fútbol.

Pepe González, José Luis Sordo, José Antonio Cureses y Alfonso Quirós son nombres claves en el baloncesto isleño y en el Club Baloncesto San Fernando, que en la 95-96 se estrenó en la Liga EBA que, entonces, era la segunda categoría nacional.

A finales de los 70, Pepe González era el alma mater del CB La Salle y José Antonio Cureses y Alfonso Quirós comandaban el equipo del colegio Liceo. Ambos estaban destinados a entenderse para formar un nuevo club que empezó a contar con el apoyo de la Caja de Ahorros de Ronda y que a principios de los 80 se convirtió en el CB San Fernando.

En la 81-82 debutó en Segunda Nacional con José Luis Sordo como técnico y jugadores como Paco Porras, Guillermo Sánchez, Curro Bernal, Pepe Amor y Juan Garrucho, pero en la 83-84 volvió a Tercera División. El técnico jiennense Alfonso Quirós, que el año anterior había llevado al CB San Fernando junior a un Campeonato de Andalucía por primera vez, cogió las riendas del primer equipo en la 84-85. Junto a veteranos como Guillermo Sánchez y Juan Garrucho irrumpen jugadores como Cayetano Marín, Fali Naranjo, José Ramón García Ortiz, Pablo Cañas, Juanma Villegas, Antonio Peralta, Alfonso Parazuelo, Fernando Miranda y David Serrano. Se sentaron las bases de un gran equipo y acabó tercero en Tercera División.

Aquel ascenso a Segunda en 1986

En la 85-86, el CB San Fernando quedó segundo en Tercera División, cosechando una única derrota en la cancha del campeón Coria, y logró el ascenso a Segunda tras superar al Universitario de Granada en el pabellón Tiro de Pichón de Málaga. Los isleños perdían por 4 puntos a falta de poco, pero tres robos de balón consecutivos hicieron posible la hazaña, que pudimos ver in situ.

 


El CB San Fernando que ascendió a 2ª en la 85-86.


El equipo de la 89-90 con Manolo Herruzo.


El CB San Fernando que jugó en la EBA 95-96.

 

En el retorno a Segunda División, en la 86-87, Alfonso Quirós contó con Fali Naranjo, Guillermo Sánchez, Cayetano Marín, Pablo Cañas, Juanma Villegas, Juan Garrucho, Manuel Manzano, José Antonio Aranda, Antonio Peralta, Alfonso Parazuelo y aquel gran base que era Manolo Moldes, que llegó del CB Cádiz.

Los llenazos en el pabellón del Castillito

El equipo verdinegro, que llenaba el pabellón del Castillito los domingos a las 12 de la mañana, se midió a rivales de gran entidad como Universitario de Granada, Caja Huelva, Marbella, Melilla, Linares, El Palo de Málaga, BBC Badajoz, Caja Plasencia, Kelia de Sevilla, Universidad de Málaga, CB Almería, Coria y Cáceres, pero logró un excelente séptimo puesto.

En la 87-88 hubo una reestructuración en Segunda División (que era la tercera categoría del baloncesto nacional) y el grupo G se dividió en dos subgrupos, El CB San Fernando sufrió la baja del histórico tirador chiclanero Juan Garrucho, pero llegó Manuel Vázquez, un alapivot de 1,98 metros procedente del CajaHuelva que hizo la mili en San Fernando.

El CB San Fernando acabó tercero en el subgrupo occidental, por detrás del Caja Huelva y el Kelia de Sevilla, pero con el déficit de que pasó al play off de ascenso con cuatro derrotas y ninguna victoria en los duelos directos. El estreno fue estrepitoso al sufrir una dolorosa derrota en Melilla (125-77), pero luego ganó al Universitario de Granada (106-94), tras una prórroga, y cayó en la barriada malagueña de El Palo (65-61), donde los árbitros aceptaron vergonzosamente que el partido se jugara sin los relojes de 30 segundos.

Alfonso Quirós, pese a su espléndida labor, era muy criticado por la afición y tenía detractores en la propia junta directiva

El gran triunfo ante el Melilla (83-80) en El Castillito devolvió las esperanzas, pero las opciones pasaban por ganar también los dos últimos partidos. Lo hizo en Granada (83-92), pero El Palo de Málaga ganó al Kelia y dejó, a falta de la jornada final, sin opciones de que el CB San Fernando alcanzara la cuarta plaza que daba derecho a jugar la fase de ascenso junto a los cuatro mejores de Madrid, Castilla La Mancha y Extremadura.

A pesar de su espléndido trabajo con un equipo repleto de canteranos, Alfonso Quirós era duramente criticado por un sector de la afición y, además, tenía varios detractores en la propia junta directiva. "Presenté la dimisión un par de veces, pero no me la aceptaron, aunque sé que si me marcho se alegrarían unos cuantos señores", me decía el técnico jiennense en una entrevista publicada en Diario de Cádiz en aquella temporada 87-88.

En la 88-89 llegaron tres importantes refuerzos como los pívots isleños Pedro Ortega y Alfonso Parazuelo, que ya habían estado a las órdenes de Alfonso Quirós, y Alberto Buscató, hijo del legendario Nino Buscató, capitán de España en la medalla de plata conseguida en el Europeo de Barcelona en 1973.

Manolo Herruzo dirigió al equipo en la 89-90, con llenazos en el pabellón del Parque, y donde se enfrentó al Cartagena del techo nacional Miguel Tarín

En la 89-90, Manolo Herruzo se hace cargo del CB San Fernando tras su espectacular trabajo en el colegio Vicente Tofiño, al que llevó a disputar dos fases finales de los Campeonatos de España, el infantil de 1985 en Granada y el cadete de 1986 en Cádiz.

En aquel equipo estaban Tano Marín, Juanma Villegas (que la siguiente temporada fichó por el Mayoral Maristas de la ACB), Antonio Peralta, Javier Orihuela, Miguel Rey, José Antonio Aranda y los bases Manolo Moldes, Guillermo Sánchez y el prometedor Mané Ruiz.

El CB San Fernando completó otra espléndida temporada y pasó a la fase previa de ascenso, donde se midió al Cartagena (con Miguel Tarín, el techo del baloncesto español con 2.17 metros) y al Loja de Granada, pero no pudo meterse en el play off de ascenso, que logró el equipo granadino contra pronóstico y en Cartagena.

Herruzo: "La gente estaba muy ilusionada y fue un error cambiar los partidos en casa de los domingos a los sábados por la tarde. La gente dejó de ir"

Manolo Herruzo recuerda que "en aquella época se llenaba el Castillito y luego también el pabellón del Parque los domingos por las mañanas. Sin embargo, luego decidieron cambiar los partidos a los sábados por la tarde y la gente dejó de ir. Fue un claro error porque la gente estaba muy ilusionada con aquel equipo".

Tras la marcha de Herruzo pasaron por el banquillo del CB San Fernando técnicos como Pepe Amor y el chiclanero Chema Vázquez. En la 92-93 volvió Alfonso Quirós y en las dos siguientes fue el ex-base Alfonso Galera quien llevó las riendas del equipo verdinegro, que había perdido mucho potencial y ya no estaba entre los mejores en Segunda Nacional.

El recordado presidente Pepe González, Alfonso Quirós y José Antonio Cureses se hipotecaron para que el CB San Fernando participara en la Liga EBA (entonces la segunda categoría nacional) al no abonar el Ayuntamiento la subvención

En la 95-96, el presidente Pepe González, junto a Alfonso Quirós y José Antonio Cureses, que sucedió a González en la presidencia tras su trágico fallecimiento, se metieron en la cabeza participar en la Liga EBA, que la Federación Española había puesto en marcha la temporada anterior y era la segunda categoría nacional. "El Ayuntamiento nos prometió una subvención de 5 millones de pesetas para hacer frente a todos los gastos de inscripción y de la plantilla, pero el tiempo pasaba y el dinero no llegaba. De esa manera, el presidente, Cureses y yo decidimos hipotecar nuestras casas para que La Caixa nos diera un préstamo, mientras que el dinero del Ayuntamiento no llegó hasta el final de temporada y fueron 3 millones, no 5", apunta Alfonso Quirós.

Fue una categoría durísima y, tras hacer la plantilla a última hora, el CB San Fernando acabó último con seis victorias en 30 jornadas

Aquello influyó sobremanera en la confección de la plantilla, que se hizo a última hora, en la pretemporada y en la competición. Llegaron el pívot norteamericano Shawn Jackson y jugadores como los jerezanos Jesús Chagoyen, que ha estado en activo hasta hace un par de años, y Luis Rosa y el gaditano Antonio Barbadillo.

Fue una categoría durísima con equipos como el Tenerife, Oximeca de Granada, Spar de Granada, Monte Huelva, Melilla, Cajasur de Córdoba, UDEA de Algeciras (con los isleños Cayetano Marín y Jesús Bey), Fuerteventura, Motril, Marbella, El Ejido, Pozoblanco, los filiales del Unicaja de Málaga y Caja San Fernando de Sevilla y el Ciudad de Las Palmas.

El CB San Fernando acabó último, con seis victorias en 30 partidos y disputó una eliminatoria por la permanencia frente al Motril y donde los granadinos se impusieron por 3-0. Esa temporada no había ascensos, pero el Spar Granada subió a la ACB al comprar la plaza del Salamanca por 464 millones de pesetas.

A partir de ahí, el Club Baloncesto San Fernando cayó en picado y perdió el sitio privilegiado que se ganó a pulso en el baloncesto andaluz y nacional. Y es que cientos de isleños no olvidan aquella gran etapa en el Castillito y luego en el pabellón del Parque.

Quirós: "Tengo un recuerdo imborrable. En los partidos se vivía un ambiente espectacular y la gente hablaba en la calle de baloncesto"

Alfonso Quirós afirma que "tengo un recuerdo imborrable de aquella etapa. Y con el paso de los años valoro mucho más lo que hicimos con un equipo de cantera. Teníamos muy pocos medios, pero lo suplíamos con mucho trabajo y un gran amor al baloncesto. En los partidos se vivía un ambiente espectacular y la gente hablaba en la calle todos los días de baloncesto y de lo que había hecho el equipo". 

El técnico de Andújar recuerda como si fuera ayer las vicisitudes vividas en El Castillito. "La Armada nos dejaba el pabellón para que entrenáramos de 10 a 11 de la noche, incluso en invierno. Los jugadores y yo mismo íbamos andando, pero muchas veces el encargado de la instalación no quería abrirnos y nos teníamos que volver sin entrenar. Y en más de una ocasión, cuando todavía no eran las once de la noche, el tío se metía en mitad de la pista estando nosotros entrenando y apagaba las luces y nos teníamos que marchar".

"Tano Marín tenía una visión de juego fabulosa y leía los partidos como nadie. Estoy convencido que de haber estado en otro sitio habría jugado en la ACB"

Quirós añade que "hace unos días le decía a los jugadores de aquella época, con los que he mantenido mucha relación durante el confinamiento, que he tenido siete coches y cinco de ellos me los cargué yendo a los partidos antes de que el club nos pusiera un autobús. Incluso en muchas ocasiones durante la etapa en el Castillito, los jugadores de fuera perdían el autobús y tenía que coger y llevarlos en mi coche a Medina o Chiclana ".

Cuando le pedimos a Alfonso Quirós que nos diga el mejor jugador que ha entrenado en su dilatada etapa en los banquillos no duda lo más mínimo. "Tano Marín. Su visión de juego era fabulosa y leía los partidos como nadie. Hacía mejores a sus compañeros y estoy convencido que de haber estado en otro sitio habría jugado en la ACB. Aquí progresó muchísimo, pero en otro sitio con más recursos habría tenido un sitio entre los mejores".

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

 
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