El Club
Balonmano San Fernando sufrió una nueva derrota en Lebrija,
donde realizó
un
pésimo primer periodo que decidió la suerte del
encuentro, y es colista en solitario de la Primera Andaluza. El conjunto de Jorge Navarrete, muy mermado de
efectivos por motivos de estudio o laborales, le puso en
bandeja el triunfo al Lebrija con sus errores en ataque,
pero sobre todo con una fragilidad defensiva alarmante.
Los
isleños sólo aguantaron en pie los diez primeros minutos
(5-4), ya que a partir de ahí el equipo sevillano fue dueño
y señor de este primer periodo. Los isleños naufragaban
totalmente en defensa. Ni el tiempo muerto solicitado a
mediados de este primer periodo, ni los cambios de sistemas
dio seguridad a la zaga que se veía constantemente
desbordada por los ataques de los locales.
Además
el ataque cañaílla era lento y espeso y los errores en el
lanzamiento eran frecuentes, dando muchas opciones al meta
local. Los errores isleños pasaron pronto factura en el
luminoso y los lebrijanos fueron aumentando su ventaja,
hasta llegar a un cómodo y contundente 22-11 al descanso.
La
charla de vestuario parece que surtió efecto y los isleños
arrancaron el segundo periodo con una dinámica de juego
totalmente distinta. Aunque se seguía con escaso acierto en
ataque, la defensa experimentó un cambio radical, con mucha
más solidez y garra, no dando las facilidades del primer
periodo.
El
partido se igualó en cuanto a juego, pero los locales
seguían mandando claramente en el marcador, ya que la
ventaja del Lebrija se mantuvo entre los 10 y 11 goles.
Las
buenas acciones defensivas de los de Jorge Navarrete no se
vieron acompañadas con éxito frente a la portería local,
perdiéndose claras acciones de lanzamiento, muchas de las
cuales se estrellaron en el meta local. La falta de acierto
cara al gol impidió a los isleños reducir las diferencias en
el luminoso, llegándose a la conclusión con el resultado de
34-23.
Fue un
mal partido de un conjunto isleño muy mermado de efectivos,
ya que su técnico tuvo que desplazar a tres juveniles para
completar la convocatoria, con dos caras totalmente
distintas, porque fue un primer periodo para olvidar y un
último tiempo con mucha mejor imagen. |