El artículo
integro que Gabo Loaiza ha publicado en fullbasket.es
"Todo se precipitó. Hace unas semanas pocos predecían lo que
finalmente iba a pasar. Una mezcla entre desinformación,
incredulidad e, incluso, irresponsabilidad de nuestros
mandatarios (y también de los ciudadanos) nos ha abocado a
un escenario totalmente desconocido. El baloncesto no es una
excepción.
En Suecia, antes del cierre de colegios, universidades,
comercios, … se optó por dar por finalizada la temporada de
baloncesto. A muchos se nos rompía un sueño. Jamás olvidaré
ese junio de 2019 cuando recibí la llamada de Boris Balibrea.
Sin embargo, el baloncesto ahora mismo es lo de menos.
Estamos atropellados, no tenemos la posibilidad de analizar
la sobreinformación a la que estamos expuestos. No hay
tiempo para hacerlo. No podemos caer en la psicosis. Aunque
nos duela y nos perturbe, hay mucho en juego. Es muy fácil
opinar, todos tenemos derecho a ello, sin embargo, no todas
las opiniones son respetables. De ahí, que debamos
encomendarnos a las autoridades sanitarias y a sus
decisiones.
A una velocidad de vértigo cambió nuestra realidad. Vino el
médico del club a explicarnos en qué consistía esto del
COVID-19. La infoxicación derivada de las redes y lo que
éstas nos azuzan, generó pensamientos diversos entre todos
nosotros. La información que llegaba desde España, el cierre
de fronteras en EEUU,… ¿qué estaba pasando? El médico
nos dio un mensaje
tranquilizador, pero donde nos encomendaba responsabilidad
ciudadana, lo que conlleva solidaridad y generosidad. Quizá
nosotros no somos una población en riesgo, pero de nosotros
sí puede depender el facilitar la propagación o no del
dichoso virus, colapsar la sanidad o no,… etc. Debemos
pensar en los demás.
La medida tan drástica de cancelar la competición refleja,
un modo de sentir el deporte como un desprendimiento más de
la sociedad. También hay que proteger a los deportistas. La
idea de jugar sin público caía por su propio peso. El
deporte son sus aficionados. Si no jugamos para ellos, ¿qué
sentido tiene? Como dice Marcelo Bielsa, lo único
indispensable “son los hinchas”. Todo se canceló. Todo por
lo que habíamos peleado y construido esta temporada se
desvaneció. Nos vienen mil preguntas a la cabeza en estos
momentos y todas sin respuesta. Ahora viene un periodo de
incertidumbre total, no sabemos las consecuencias reales que
tendrá esta pandemia y nuestra clase política no desprende
confianza. Es hora de que todos estemos a la altura de las
circunstancias.
La reflexión italiana de “A nuestros abuelos les pidieron ir
a la guerra, a nosotros sólo quedarnos en casa” sintetiza
que ahora es el momento de demostrar nuestra grandeza como
sociedad, sin reproches ni excusas. Fue enternecedor cómo el
sábado a las 22 toda la ciudadanía en España se levantaba a
aplaudir al personal sanitario que está haciendo un esfuerzo
del 200%. Aplauso y reconocimiento extensible a todos
aquellos trabajadores que, incluso sin medidas preventivas
de seguridad, siguen trabajando para dotar a la ciudadanía
de servicios de primera necesidad.
Sólo el pueblo salva al pueblo, y esto pone en valor la
importancia de lo público, de ese salvavidas que nos tiende
la mano para que no nos ahoguemos. Ojalá esto también sirva
para fortalecer las relaciones interpersonales. Ser
entrenador es ser generosos y solidario, poner en valor lo
colectivo por encima de lo individual. Ojalá estemos a la
altura. Sigamos formándonos, compartiendo y creciendo. Decía
Jesús Quintero, “El loco de la colina”, que somos la primera
generación que es algo positivo no haber leído un libro…
¿por qué no aprovechamos esta crisis para dejar un poco de
lado el postureo?
Si me lo permiten, os hago una recomendación que puede seros
útil para vuestros equipos. El año pasado utilizábamos la
plataforma EdPuzzle para mandar “tareas” a los jugadores.
Colgábamos vídeos y los jugadores debían responder a
diferentes preguntas que podían estar incrustadas en el
vídeo o al final. Una herramienta muy interesante que puede
ayudarnos a facilitar la creación de otros escenarios de
aprendizaje como el entrenamiento visual o la práctica
imaginada. El balón ha dejado de rodar, pero el baloncesto
no para. El nosotros por encima del yo.
Gracias Boris Balibrea por dejarme compartir esta temporada
contigo, por todos tus conocimientos y por siempre tener una
palabra de aliento y ánimo para seguirte. Ha sido un placer.
Gracias Marc Olmos por siempre tener energía para que lo
malo siempre pareciera menos malo.
Gracias, en especial, a los jugadores por haber transitado
este camino que entre todos construimos con la dignidad y
honestidad que os ha caracterizado en cada momento. Cuando
se ganaba pero, sobre todo, cuando se perdía". |