La derrota, que llegó en el minuto 92 tras un contragolpe que culminó el lateral Amarito, provoca que el San Fernando necesite en la última jornada de un milagro, de aquellos que logró el recordado Ramón Blanco en la capital. Ello pasa por ganar en Jaén al líder y que, a su vez, necesitará la victoria para ser campeón e intentar ascender en la primera eliminatoria y que el Albacete pierda en Sevilla ante un filial ya salvado.

Cristian Terán falló lo que no se puede fallar al minuto y medio y Velasco puso con ventaja al Melilla en el minuto 7 tras una gran jugada personal

Lo cierto es que podríamos estar hablando de una situación bien distinta si Cristian Terán hubiera marcado la clarísima ocasión que tuvo al minuto y medio de juego. El sevillano, tras una internada de Ocaña por la derecha, recibió en el punto de penalti e hizo lo más difícil, ya que remató fuera con todo a favor.

Esa circunstancia pesó en el chaval, que no dio una a derechas, y en el propio equipo isleño, que en el minuto 7 recibió el mazazo del 0-1. El ex-cadista Velasco entró por la izquierda como por Pedro por su casa y tras plantarse ante David Valle le batió con un disparo cruzado.

La situación, y el play off, se complicaba muchísimo, ya que el San Fernando estuvo groggy durante muchos minutos, pero cuando levantó la cabeza se encontró con otro varapalo, ahora del colegiado. Carlitos fue volteado por Jairo Álvarez dentro del área, pero Melián Socorro, a instancias de su asistente, sacó la falta fuera del área y en el lanzamiento el balón golpeó en la mano de un jugador visitante.

El San Fernando se rehizo y dispuso de cuatro ocasiones, pero no vio puerta hasta el minuto 50 cuando Pedro Carrión devolvió la ilusión con el empate

El San Fernando logró despabilarse y en el intervalo de cinco minutos dispuso de tres ocasiones muy claras para volcar el marcador. En el minuto 23, una vaselina de Pedro Carrión sobre la salida de Munir se le fue por encima del larguero. En el 27 el buen meta melillense sacó un duro remate de Adri Cuevas y en el 28 atajó un cabezazo de Pedro Carrión. El partido tenía entonces color isleño, pero faltaba el gol y tampoco acertó Adri Cuevas que, en el minuto 38, quiso marcar de tacón tras un rechace del meta visitante.

Masegosa dejó en el descanso, sorprendentemente, a Juanse en el vestuario y mantuvo a Cristian Terán sobre el campo para dar entrada a Eric. El chiclanero le dio mucha mordiente al equipo y un centro suyo estuvo a punto de rematarlo Pedro Carrión. Fue el preludio del 1-1, que llegó en el 50 tras un gran pase de Paco Borrego a Ocaña, que no logró superar a Munir en su salida, pero el rechace lo atrapó Pedro Carrión y marcó el empate y su decimocuarto gol de la temporada.

El San Fernando tenía 40 minutos por delante para hacer un gol y mantener el sueño del play off, pero se mostró incapaz de ver puerta a pesar de intentarlo de toda las maneras. Munir desbarató dos remates de Adri Cuevas y dos lanzamientos de Cristian Terán y Carlitos se fueron muy cerca de la escuadra.

El equipo isleño perdió el sitio en la recta final del encuentro y ello terminó costándole la derrota, aunque la afición demostró su categoría al brindarle una ovación de gala en reconocimiento a la enorme temporada realizada

Masegosa echó mano de Pallarés y luego de Antoñito, pero los múltiples cambios de posición sobre el terreno de juego jugaron más en contra que a favor del equipo isleño, que no tuvo las ideas claras en la recta final del encuentro. Era el momento clave del choque, pero sólo Pallarés tuvo una clara ocasión en el minuto 74, cuando remató demasiado cruzado tras un buen pase de Antoñito.

El Melilla se defendió con orden y acierto y, pese a tener dos juveniles sobre el campo, no le perdió la cara al partido y esperó su oportunidad para dejar K.O al San Fernando. Llegó en el minuto 92 cuando Brahim montó un contragolpe que permitió a Jairo Álvarez rematar a placer ante David Valle. El meta azulino evitó el gol en primera instancia, pero no pudo hacerlo con el posterior remate de Amarito que significó el 1-2.

La desolación se apoderó del equipo isleño, pero su afición demostró su categoría al brindarle una ovación de gala al término del partido. Era el justo premio a la enorme temporada del equipo, que nos ha hecho soñar con una gesta impensable y, aunque nos duela decirlo, ha dejado escapar por sus propios errores.