Juan Antonio Rosano, Keko, debutó esta temporada como técnico en Tercera con una corta estancia en el Arcos, ya que estuvo apenas dos meses y lo tuvo que dejar por una enfermedad de su esposa. Sin embargo, el técnico isleño dejó al Arcos con unos números de liguilla, ya que en nueve partidos sumó 19 de los 27 puntos en juego, y seis puntos por encima del descenso. Keko espera volver a entrenar esta temporada en Tercera y reconoce que "mi ilusión es entrenar algún día al San Fernando y seguro que llega esa oportunidad".

-El Arcos se salvó teóricamente, pero su continuidad en Tercera División depende de que el Betis B y San Roque de Lepe consigan el ascenso a Segunda B.

-Es una lástima. Me han llamado gente de la directiva y algunos jugadores y no se explican como el Arcos se puede ver abocado a un posible descenso por la mala suerte de que han descendido cuatro equipos de 2ª B al grupo décimo. Es una circunstancia que no se da casi nunca, pero este año ha pasado. Y es una pena porque cuando dejé al Arcos tenía una línea ascendente y ahora puede descender.

-Una vez solventados esos problemas familiares, ¿tu objetivo es volver a entrenar esta temporada en Tercera División?

-La verdad es que sí porque estoy con muchas ganas. Me encantaría seguir en Tercera División, pero la cosa está difícil porque hay muchos entrenadores y pocos equipos. Sin embargo, la ilusión nunca se pierde porque, como tú dices, mi mujer va superando esos problemas personales y la cosa va muy bien.

-¿Qué me dices del San Fernando y de su descenso a Tercera?

-Es una pena que el San Fernando, con la plantilla que tenía, se vea de nuevo en Tercera División. Es un equipo que llevaba una proyección muy grande y que el año pasado hizo una temporada muy ilusionante, pero ha vuelto a descender cuando nadie se lo esperaba y más aún con la plantilla que había confeccionado, porque era para no pasar apuros en Segunda B.

Además, ha descendido en el peor año porque va a ser muy difícil volver a Segunda B. Será una categoría muy complicada, ya que los cuatro equipos que han descendido serán cuatro gallitos en Tercera y, además, se han quedado el Ceuta y Alcalá, está el Mairena y es muy complicado jugar en Gerena, San Juan, Lebrija e, incluso, en Guadalcacin. Allí he jugado varios años en Primera Andaluza y es dificilísimo ganar.

-Mirando al futuro me imagino que uno de los objetivos de Keko, como isleño, es entrenar algún día al San Fernando Club Deportivo.

-Me siento del San Fernando de toda la vida. Empecé a jugar con 8 años y con 17 ascendí a Segunda B ante el Guadix. Pero es una pena que a la gente de La Isla nos cuesta ser profetas en nuestra tierra. Y lo digo también por tí Gaby, que has sido un innovador en el tema este de las páginas web y ahora te está copiando todo el mundo. Tú mismo ves que tu trabajo muchas veces es cuestionado y es una pena.

En mi caso empecé a jugar en el San Fernando con 8 años y con 17 ascendí a Segunda B tras pasar por todas las escalas. Fui también coordinador de la cantera y trabajé para la secretaria técnica del club con Fali Castañeda y por ello sólo me queda ser entrenador del San Fernando.

Ya dije en su momento que una de las grandes ilusiones de mi vida es dirigir al equipo de mi tierra y conseguir un ascenso. Creo que en un futuro me llegará esa oportunidad y lo importante es estar preparado para cuando te llegue no defraudar a nadie.

-Recordando tu estancia en el San Fernando, qué buenos recuerdos guardamos de aquella temporada 2000/2001 cuando el equipo hizo una extraordinaria temporada en Segunda B pese a jugar media Liga en el exilio.

-Hicimos una segunda vuelta espectacular y quedamos en mitad de la tabla. El equipo estaba en descenso y yo estaba jugando en el Gerona. En el mercado de invierno me llamó Súper Paco pidiendo por favor que volviera. En Coria, con Fali Castañeda en el banquillo tras el cese de Nene Montero, debutamos Ricardo García, el que es dueño del Xerez, y yo, que tuve la suerte de marcar el gol del triunfo. Esa semana cogió el equipo Chico Linares e hicimos una segunda vuelta espectacular.

En aquella temporada coincidí con Masegosa, Pepichi Torres, Mateos, Esteban, Castellet, Javi Muñoz y el meta José Luis, entre otros. Nos llevábamos muy bien y el ambiente en el vestuario era maravilloso.

En el exilio del Carranza nos hicimos intratables y también en el exilio del Cuvillo y de estar en descenso terminamos muy bien. Y en enero sólo llegamos Chico Linares, como entrenador, Aitor, un chico que llegó del Córdoba B, Ricardo y yo. Hicimos una segunda vuelta de muerte y son historias muy bonitas de recordar.

-Curiosamente Chico Linares no siguió en el San Fernando.

-No lo renovaron y fichó entonces por el Benidorm. Me fui con él porque Chico reconocía el trabajo que yo hacía en el campo, y que en otros sitios no me valoraban, como pasa ahora. Pero no le guardo rencor a nadie y mi ilusión es ser algún día el entrenador del San Fernando. Es el equipo de mi vida, así lo siento, y seguro que esa oportunidad me llegará algún día.